
RUBALCABA, que tiene pinta de sacristán espiritado y que, de todos los líderes políticos banquillables es el que presenta un aspecto más clerical -enmorrillado, corvo, con las manos nervudas retorciéndose sobre sí mismas y tonso de la ceja al colodrillo- ha puesto en marcha una campaña contra la Iglesia católica para que pague el IBI. El mensaje implícito o político es simple de puro sencillo: la Iglesia no paga impuestos y los curas y las monjas viven a cuerpo de Rey o como canónigos a la sombra del Vaticano, nido de plutócratas, pero, tranquilos, que aquí llega el PSOe a vengar tanto ultraje y a hacer justicia, o, para ser precisos, a pedir que la hagan otros.
Porque en casi ocho años de Gobierno con ZP, Rubalcaba no ha hecho absolutamente nada de lo que ahora reclama que haga el Gobierno del PP. Y en los años del Gobierno gálico y filesio de Felipe González, el rico y creso abrepuertas de Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, tampoco se esforzó en la lucha contra la Cruz. Cuando su predecesora De la Vega, otra pobre de pedir, multiplicaba gestos y acometía mil gestiones para acabar con la entonces incómoda COPE, llegó a ataviarse de morado episcopal y rojo cardenalicio a ver si la recibía el Papa y le entregaba la radio a cambio de media crucecita. Una peregrinación a Botsuana y una comisión corinesca hubieran sido menos pías pero mucho más eficaces, como explico en El linchamiento, libro -por cierto- de continua actualidad.
Lo repelente de esta comecurada no es sólo que, como explicaba ayer EL MUNDO editorialmente, obligaría a cambiar las leyes de Hacienda Local, Mecenazgo y fundaciones, además de los acuerdos con la Santa Sede. Y que, como no siempre hay forma de discernir qué bien es de interés cultural, cumple una función religiosa u ofrece un servicio social, cada caso podría dilatarse hasta el Juicio Final. Lo peor es que el PSOE no paga el IBI que pide a la Iglesia que pague, como tampoco los demás partidos, sindicatos y fundaciones. Salvo el discutible IBI, la Iglesia paga impuestos; ésos que se apropia la casta político-sindical dizque para los trabajadores. Pero la UGT se manifiesta contra una Reforma Laboral que aplica a los empleados que despide; no hay un comedor como los de Cáritas en una sola Casa del Pueblo; y monjas, no sociatas, asisten a los enfermos terminales. La Iglesia hace lo que el PSOE dice que hay que hacer. Entiendo que Rubalcaba la odie tanto.
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Más:
Si la Iglesia pasase factura al Estado por los servicios prestados a la comunidad, el saldo sería deudor a favor de la Iglesia y ello sin contar el valor inmaterial de valor incalculable de la obra realizada ya que de seres humanos estamos hablando. Veamos las cifras de la aportación de la Iglesia:
1.– 4.141 centros de enseñanza (3 millones de euros por centro al año): 990.774 alumnos.
2.–107 hospitales (50 millones de euros por hospital al año) = 5.350 millones de euros.
3.–1.004 centros; ambulatorios, dispensarios, asilos, centros de minusválidos, de transeúntes y de enfermos terminales de sida (4 millones de euros por centro al año): 51.312 camas= 4.016 millones de euros
4.–Gasto de Caritas al año: 155 millones de euros (salidos del bolsillo de los cristianos españoles).
5.–Gasto de Manos Unidas: 43 millones de euros (salidos del mismo bolsillo, una cantidad 10 veces mayor que el 0,2%) –España no da aún el prometido 0,7%– programado en los Presupuestos Generales del Estado para promoción del Tercer Mundo).
6.-Gasto de las obras misionales pontificias (Domund): 21 millones de euros (5 veces mayor que el ya mencionado 0.2%, ¿imaginan de dónde sale?).
7.–365 centros de reeducación social para personas marginadas tales como ex prostitutas, ex presidiarios y ex toxicómanos (53.140 personas. Ahorro al Estado, medio millón de euros por centro).
8. –937 orfanatos (10.835 niños abandonados, ahorro al Estado 100.000 euros por centro).
9.–El 80% del gasto de conservación-mantenimiento del Patrimonio histórico-artístico eclesiástico.
Todo lo anterior, sin contar el punto 9, hace un total de 25.199,87 millones de euros anuales.
Conviene precisar lo siguiente:
1.La aportación que se dice del Estado la hacemos los católicos al poner la cruz en la declaración de la renta.
2.Sería saludable que se siguiera el mismo sistema para los sindicatos y partidos políticos.
3.¿Qué harían los desheredados de la vida –drogadictos, enfermos mentales sin familia, emigrantes, victimas del sida, y pobres en general- de no existir la Iglesia?
4.¿qué sería de todos aquellos que son apoyados por ONG´s integradas por católicos que entregan su tiempo, trabajo, a ayudar a los mas desfavorecidos?
5.¿Qué tipo de ayudas prestan los partidos –como el PSOE- o los sindicatos a los necesitados, siguiendo el ejemplo de Cáritas?
Solo la desvergüenza de una izquierda roñosa, recalcitrante, anclada en los postulados de un marxismo caduco, corrupta, que deja a los españoles en la ruina tras el expolio material y espiritual, puede osar hablar. Evidentemente, hablan porque nadie los ha llevado ante los jueces, no para que hablen, sino para que canten dónde está el producto de la rapiña. Sólo los miserables pueden utilizar la perversidad para atacar la bondad.